Introducción a los Salmos
1 octubre, 2024Dios mira el corazón
1ª Samuel 16:7
“Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo
lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está
delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”.
En este texto, Dios establece un principio esencial, no sólo para quienes formamos parte de un Ministerio de Alabanza, sino para cada uno de los verdaderos discípulos de Cristo. Además, éste principio, lo podemos ver en distintos textos de la escritura.
El contexto del versículo en cuestión, es el siguiente: Dios había enviado al profeta Samuel a Belén, a la casa de Isaí, porque había escogido a uno de sus hijos para ser ungido como rey. El primero que entró fue Eliab, y cuando Samuel lo vio, dijo: “Ciertamente el ungido del Señor está delante de Él” (1 Samuel 16:6. RV60), pero Dios le da la respuesta al profeta. Samuel podría haberse impresionado por la estatura y aspecto físico de Eliab, pero Dios le establece con claridad, que a diferencia de lo que mira el hombre, lo que Él mira es el corazón. Por ello, debemos entender que el corazón es lo más importante delante de Dios y lo que más deberíamos de cuidar cada uno de nosotros como sus hijos.
Según el diccionario Vine, el corazón es la fuente de las acciones del ser humano, la esencia de todo lo que él es. El corazón en su sentido moral en el AT, incluye las emociones, la razón y la voluntad. Por otra parte, también las escrituras consideran al corazón como la esfera de la influencia divina.
Tan importante es para Dios nuestro corazón, que lo primero que Él hace para que nosotros podamos conocerle y tener una relación con él, es darnos un corazón nuevo; un corazón de carne.
Ezequiel 36:26 (RVR1960) “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne”.
¿Cómo sucede esto? Cuando nacemos de nuevo, al arrepentirnos de nuestros pecados y poner nuestra la fe en la sangre de Cristo derramada en la cruz, para el perdón de nuestros pecados.
2ª Corintios 5:17 (RVR1960) Establece que a partir ese momento somos nuevas
criaturas:
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
Pero, aunque somos nuevas criaturas, debemos aprender a cuidar nuestro corazón, y así como en lo natural el corazón tiene enemigos, como el colesterol o los triglicéridos, en lo espiritual el más grande enemigo de nuestro corazón es el pecado.
Proverbios 4:23 (NTV) Nos da una clara indicación de cómo debemos cuidar nuestro corazón:
“Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque éste determina el rumbo de tu vida”.
Sobre toda cosa, es decir, sobre cualquier otra cosa en la vida, guardar nuestro corazón es una prioridad sobre todo lo demás. Las personas pueden guardar como lo más importante para ellos, otras cosas como lo son sus joyas o sus bienes materiales, y ni siquiera detenerse a pensar en su corazón. Además, es muy importante que entendamos que una cosa es guardar el corazón y otra cosa es “guardar las apariencias”.
Una y otra vez encontramos en las escrituras, indicaciones claras acerca de nuestro corazón, veamos algunos ejemplos:
Jeremías 17:9-10 (RVR1960) Nos muestra que ninguna persona lograría entender su propio corazón, sólo Dios:
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según
su camino, según el fruto de sus obras”.
Marcos 12:28-30 (RVR1960) Un escriba le preguntó a Jesús ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? “Y Jesús le respondió: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”.
Mateo 15:18-20 (RVR1960) Jesús nos enseña que las peores cosas salen del corazón y
que eso es que contamina al hombre:
“Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre”.
Mateo 6:19-21 (RVR1960) En el contexto del conocido Sermón del monte, Jesús dijo que donde esté nuestro tesoro, allí también estará nuestro corazón:
“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”
Lucas 6:45 (RVR1960) Jesús dijo que de la abundancia del corazón habla la boca:
“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca”.
Mateo 15:7-9 (RVR1960) En esta porción de la escritura, Jesús reprendió a ciertos
escribas y fariseos llamándoles hipócritas:
“Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí”.
Este pasaje en especial, creo que debería de hacernos pensar en el riesgo latente que tenemos como ministros de alabanza, de que si descuidamos nuestro corazón, podríamos llegar a ser como estos religiosos que Jesús llamó hipócritas, quienes le honraban de labios para fuera, pero su corazón estaba lejos de Él.
Finalmente podemos concluir, que para cada creyente y aún más para nosotros como siervos de Dios en el ministerio de alabanza, necesitamos en primer lugar tener un nuevo corazón, al que debemos cuidar y guardar constantemente. Como ministros de alabanza, nuestro corazón debe estar lleno de la palabra de Dios. Nosotros podemos decir cómo se ven los hombres, pero Dios dice lo que en verdad son, pues Él juzga a los hombres por el corazón. Por todo esto, es de vital importancia, para un ministro de alabanza, tener siempre presente que nuestro Dios “mira el corazón”.
7 Comments
Hola, excelente enseñanza, !Dios les bendiga¡
Muchas gracias por compartir esta enseñanza Hna. Janeth es de edificación y bendición que Dios bendiga este ministerio y sus vidas
En estos momentos que estoy viviendo mi vida cristiana Dios me ha llamado al ministerio de Alabanza y Adoración. Debo recalcar que todo lo que he aprendido en dicho ministerio lo he aprendido en Casa de oración Guadalajara y en especial con la hermana Yanet Arroyo para mí está nueva página será de gran bendición quiero y anhelo servir a Dios como el se merece. Dios los siga usando para así enseñar alas nuevas generaciones. Les mando saludos desde Oaxaca en la región Mixteca amados hermanos Dios les bendiga
muchas gracias 😀👍
saludos y bendiciones.
Qué hermoso es Dios, al advertirnos de la importancia de cuidar nuestro corazón, eso es lo primero que se formó en el vientre de nuestra madre, después de ser concebidos. Solo con eso podemos saber que es de vital importancia cuidarlo tanto física pero aún más espiritualmente.
Gracias hna Janette por tan bella enseñanza!
Es sin duda la base para poder ser verdaderos adoradores.
BENDICIONES🤗
Gracias por la enseñanza, siempre debemos estar alertas rogándole al Señor que escudriñe nuestro corazón.
Gracias Dios porque no eres como nosotros que sólo observamos lo exterior, Tu ves más allá.
Gracias Janette por esta rica enseñanza. Dios siga usando tu vida para bendecirnos.