En esta sección recordaremos y aprenderemos lo que es un devocional, así como las bases bíblicas que nos llevan a tener un tiempo con Dios. Aprenderemos cómo realizarlo de una manera práctica y también disfrutaremos la lectura, y la aplicación de ellos, sobre el libro
de los Salmos, los cuales esperamos sean de edificación para sus vidas, así como lo han sido para las nuestras.

La única manera de construir una relación con alguien es dedicarle tiempo. Así, para conocer a Dios en una forma significativa, hay que pasar tiempo valioso con Él. Este tiempo comúnmente se conoce como: “devocional o devoción diaria”. En estos momentos de comunión íntima y abierta con Dios, es cuando aprendemos mucho de Él; su voluntad para nuestra vida, su dirección y su naturaleza. Estos momentos llegarán a ser el período más esencial del día.

1a Pedro. 2:2 Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.

Salmos 1:1-2
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.

2a Tim. 3:16-17
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Cuando hablamos de un tiempo de devocional, es importante cuidar que no lo veamos como una actividad que hay que hacer, sino como un privilegio que podemos tener.

¿Qué es un devocional?

Un devocional es básicamente un tiempo de comunión con Dios, y por eso, hay muchos factores que intervienen en cada persona, entonces en realidad no hay una sola manera o forma de tener este tiempo de devocional, y pensar que, si no se hace de ésta o de aquélla forma, entonces no es un devocional. También debemos ser cuidadosos de que, aunque es una actividad que requiere disciplina y constancia, no se convierta en algo religioso, ni rutinario, o por obligación.

Un devocional, que es un tiempo de comunión con Dios, esencialmente debe ser a través de la Palabra de Dios, es diferente de un tiempo sólo de oración; tiene que ver más con buscar conocer a nuestro Dios y escucharle hablar a nuestro corazón, por ello, debe ser con base en la lectura y estudio de la Palabra.

1. ¿Cuándo dijo David que hacía su devoción diaria?

Salmos 119:147, 148

147 Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.

148 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, Para meditar en tus mandatos.

Salmos 1:2

2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.

2. ¿Por qué es tan importante el tiempo del devocional?

Cuando nosotros pasamos tiempo a solas con Dios, meditando en su palabra, en su persona y permitiendo que nos hable por medio de su escritura, el Espíritu Santo comienza a cambiar nuestras vidas. Llegamos a ser más como Cristo. Pronto otros van a notar que estamos cambiando, se notará en nuestras actitudes, en nuestra cara y en la manera en la que hacemos las cosas. Durante este tiempo se aprende por experiencia lo que significa “gozarse en el Señor”. El gozo del tiempo en privado con Cristo afectará positivamente en la vida diaria. 

Aún Jesús encontró su gozo diario en su comunión con Su Padre: 

Marcos 1:35 

Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto,
y allí oraba. 

Lucas 5:16 

Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba. 

Mateo 14:23 

Despedida la multitud, subió́ al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí
solo. 

3. ¿Qué hacer en el tiempo del devocional? 

Primero:

Es un tiempo de orar y pedir que el Señor nos hable, porque queremos tener comunión con
Él. Es una oración breve para poner ese tiempo delante del Señor y disponer el corazón
para que Él nos hable. 

Segundo:

Leer la porción de la escritura elegida para hoy. Puedes estudiar un capítulo o párrafo de la
Biblia a la vez. Lee el pasaje elegido despacio varias veces y piensa en el texto, puedes
subrayar lo que te llame la atención. Queremos que Dios nos hable por medio de su
palabra. Mientras que leemos, meditamos en la Palabra de Dios, Él nos da la dirección y
el entendimiento. 

Tercero:

Es un tiempo de meditar.
La meditación es el proceso de entender el sentido de un pasaje bíblico y contemplar las
diferentes aplicaciones en tu propia vida. Luego se tiene que decidir específicamente lo que
se va a hacer para ponerlo en práctica.

Una manera de meditar es hacerse varias preguntas como: 

1. ¿Qué me enseña este pasaje sobre algún pecado que debo dejar? 

2. ¿Hay alguna promesa en la que debo confiar? 

3. ¿Hay algún ejemplo que puedo imitar? 

4. ¿Hay alguna advertencia que debo considerar? 

5. ¿Qué me enseña del Padre, Hijo, o del Espíritu Santo? 

6. ¿Hay otras verdades que debo entender? 

7. ¿Cómo puedo formar un principio de este pasaje, para aplicar a mi vida? 

Es muy importante que evalúes estas preguntas y uses una libreta u hojas para anotar en tu
devocional, para recordar los pensamientos y las áreas de tu vida que debes cambiar. Esto
es muy importante, porque te motivará a ser constante y fomentar responsabilidad. 

Cuarto:

Recordar algún pensamiento o conclusión que Dios te dio durante tu devocional. Este
pensamiento llegará a ser nuestra meditación de todo el día, repasándolo en nuestra mente.
En tu libreta debes tener escrito: “¿Cómo puedo aplicarlo a mi vida?” Abajo de esto, escribe
específicamente lo que Dios te está enseñando.

Quinto:

Terminar con oración. Orar específicamente por lo que Dios te habló y por otras
necesidades de tu familia, de la iglesia y por otras personas.
Importante: Un devocional no debe ser tan largo, los tiempos de oración y estudio de la
Palabra son más extensos y es un tiempo diferente de lo que es nuestro devocional personal o familiar en el día a día; que además, se recomienda sea lo primero del día antes de comenzar todas las actividades.

Un tiempo recomendable para un devocional personal o familiar es de 15 a 30 minutos, el tiempo de oración más largo y el tiempo de estudio de la Palabra más profundo, se recomienda para otro horario del día.

Si deseas hacer estas 3 cosas juntas, entonces el tiempo se extiende, en base a lo que cada persona determine en su tiempo de comunión personal con el Señor.

¿Cómo hacer un devocional?

Vamos a ver una manera en la que se puede llevar a cabo un devocional personal y/o
familiar, que servirá como base o punto de partida, y no como una estructura religiosa que
encajone nuestro tiempo devocional, personal o familiar. 

Te sugerimos que comiences con un período de por lo menos 10 a 15 minutos como meta
para tu devocional y seas constante. Va a requerir planeación y disciplina. No hay un
tiempo “correcto,” sino un lugar correcto. El lugar tiene que permitir concentración máxima
en la Palabra de Dios, para estar libre de distracciones e interrupciones.